En plena adolescencia, Jose María Jarabo Pérez Morris contempló como en su chalet familiar de Arturo Soria se instalaba una checa anarquista donde se desnucaba a tiros a los desgraciados que caían en manos de aquellos sanguinarios. La guerra civil de 1936-1939 influyó decisivamente en su formación. No obstante fue cuando su familia emigró a Miami cuando Jarabo se convirtió en un delincuente internacional perseguido por el FBI. Su apasionante historia está contenida en "La crónica de la España negra, los 50 crímenes más famosos" (Espasa-Calpe-97), de Francisco Pérez Abellán. Jarabo, a su vuelta a España huyendo de la policía norteamericana, Jarabo se reencuentra con su patria muy cambiada. Es en Madrid donde decide gastar su cuantiosa fortuna que su madre le pasa sin medida y donde da rienda suelta a todos sus instintos. En Estados Unidos, Jose María se había casado y separado, en Madrid vuelve a vivir como un soltero adinerado todos los placeres de la noche. Se convierte en un seductor inagotable que gasta a manos llenas, se pasea en coches descapotables de los que entonces se llamaban "haigas" y hasta se consigue un mono gibraltareño, un tití para llamar la atención. Jarabo llevó a cabo sus crímenes horrorizando a toda la sociedad de su época. Las colas ante la sala en la que se celebró su proceso fueron enormes. Entre quienes asistían ansiosos a las sesiones cuentan que estaba Sara Montiel. Su condena a muerte y posterior ejecución marcaron toda una época.

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